Nuestro Patrimonio perdido I

Hoy quiero iniciar en el blog una nueva sección para tratar del patrimonio histórico artístico que nuestra ciudad perdió con el devenir de los tiempo debido, entre otras cosas a los impresentables que nos han gobernado, sin olvidar la escasa preparación y el afán del vil metal de muchos de nuestros conciudadanos.

Empezamos esta sección con el grabado de Ciudad Real que realizó el grabadista Anton Van den Wyngaerde en el siglo XVI. Anton Van den Wyngaerde conocido en España como Antonio de las Viñas o Antón de Bruselas, fue un dibujante y paisajista flamenco, que recorrió España desde 1561, dibujando una colección de 62 vistas, detalladas y meticulosas, de pueblos y ciudades, por encargo de Felipe II, a cuyo servicio estaba desde 1557. Fueron estos grabados unos elementos muy importantes para el análisis de las ciudades que pretendió realizar el Rey Prudente en sus Relaciones Topográficas.


Como podéis comprobar la vista de la ciudad se realiza desde el camino de la Mata y se observa la ciudad desde su lado Este. Estamos ante una ciudad completamente amurallada y apiñada en un centro urbano. En un primer término podemos observar, según las fuentes consultadas, uno de los fonsarios judíos de la ciudad (exitia otro en la última manzana entre la calle Inmaculada Concepción y Felipe II). También podemos observar el camino de Moledores y un montículo de tierra de una de las lagunas terreras, de las cuales se sacaba material constructivo. Se puede apreciar justo al lado de la Puerta de la Mata, una construcción que pudiera ser una ermita, pero las fuentes consultada no nos dan resolución de caso.


Tras la Puerta de la Mata, de marcado carácter defensivo, y ya en el interior de la Muy Noble y Muy Leal, podemos observar varias construcciones que destacan del resto.La primera que se ve más clara sería el Alcázar Real con un importante torreón (los ciudadrealeos, aún seguimos llamando a aquella zona Torreón del Alcázar, seguramente porque en el imaginario popular aún se recuerda una construcción importante) y a continuación el Monasterio de San Francisco, primera orden mendicante en establecerse en la urbe. 

Conforme examinamos el mapa, hacia la derecha, encontramos la Parroquia de San Pedro, la Parroquia de Santa María, (que es el edificio más alto de la ciudad), Santo Domingo y la Parroquia de Santiago Apóstol, esta casi imperceptible.

De todo lo aquí expuesto, la vil piqueta nos arrabató las murallas entre el siglo XIX y XX, en pos de la modernidad. Las murallas serán tema para otra ocasión. Hoy quisiera hacer un pequeño apunte sobre el Monasterio de San Francisco. Los hermanos menores franciscanos se establecieron a mediados del siglo XIV en un terreno enfrente del Alcázar Real, en la zona más alta de la recién creada urbe. De su fisonomía casi nada sabemos, seguramente fuera una construcción del Gótico final. De las pocas referencias que quedan podemos señalar las del Catálogo Monumental de Bernardo Portuondo de 1917 y las del Diccionario Histórico-Geográfico de Hervás y Buendía de 1914. El primero señala lo siguiente: "Del siglo XIV solo quedaba ya hace algún tiempo un resto de la portada que debió ser la de ingreso a la primitiva Iglesia del Monasterio; lo demás desapareció antes para convertirse en el Cuartel que hoy lo ocupa".

 Hospicio, año 1907
Hervás y Buendía no nos saca tampoco de dudas: "La junta que en él celebraron el delegado del Arzobispo de Toledo y los cólmeneros y ballesteros en 1353, para transigir el pleito que sostenían, es la noticia más antigua que tenemos de la existencia de esta casa de los religiosos de San Francisco. Suprimido en virtud de la ley de 1820 pasaron los religiosos que le habitaban al de Santa Cruz de Mudela. Elegido para Hospicio provincial se inauguró en 1° de Enero de 1860, tomando la advocación de S. José. Del siglo XIII no queda en este edificio sino un resto de portada abocinada entrada de la primitiva iglesia del monasterio. También existe la Virgen de la Correa, de marmol, que es un buen ejemplar de la escultura cristiana del siglo XVI".
Se adosaba a aquella construcción, en uno de sus muros, una capilla que fue edificada en 1565 por la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad. En el citado año, mediante la escritura entre los religiosos del convento de San Francisco y la hermandad, los primeros cedían a estaparte de unos terrenos del convento para edificar una capilla donde venerar a Ntra. Sra. de la Soledad. Así las cosas, esta Cofradía tuvo que ser fundada en fechas anteriores, en torno al 1550 pues los franciscanos fueron la orden que más predicó la religiosidad popular y la observancia de los Dolores de Jesús y su Madre. La Soledad, es la intitulación más antigua de Virgen. Esto se puede afirmar viendo los años de fundación de otras Cofradías de la Soledad en España: Sevilla, 1549; Benacazón, 1584; Bollullos, 1573; Valladolid, mediados del XVI...


 Esta devoción está intimamente relacionada con la de Vera+Cruz, que son las primeras Cofradías de penitencia y sangre que se fundan en torno a 1535. Por ejemplo ambas devociones se funden en la Cofradía de Puertollano y que se funda en esta época. La Vera+Cruz también es una devoción franciscana, por lo que podemos decir que sin franciscanos no hubiera existido la Semana Santa.

 Para terminar este texto, aquí os dejo que es lo que tenemos en la actualidad. Mejor ni pensarlo.



Imágenes www.ciudad-real.es

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