Hoy es tu día, Crucificado de San Pedro



Hoy 3 de mayo, día de la Invención de la Cruz, Pascua Florida. Es tú día, tu Fiesta,  Señor del Perdón. Hoy, desde tiempo inmemorial, tus cofrades celebraban la fiesta de la hermandad en torno a Tí y tu Santa Cruz. Desde 1599 Ciudad Real vivía un día de fiesta, en la que los cofrades del Santo Crucifijo de San Pedro se gastaban sus buenos maravedíes para honrar a su Cristo y venerar al Lignum Crucis de la Parroquia.

La Fiesta, como así es descrita en lo textos antiguos tenía más importancia que la procesión del Viernes Santo, pues se celebraban vísperas, función y procesión, aumentando el gasto de la cera y del convinte a elevadas cantidades, que debían ser costeadas por el sr. Prioste....  y que acababa pagando la Cofradía.  Aquella fiesta barroca que con el paso de los siglos fue perdiendo su importancia, llegó a desparecer, aunque en los últimos años se ha intentado recuperar con una función y la veneración de la reliquia del Lignum Crucis.


Hoy, Señor del Perdón, sigues siendo el gran olvidado de la Semana Santa. Aun presidiendo la maravillosa iglesia parroquial de San Pedro, el Viernes Santo, pasas desapercibido. Poco se fijan en Tí. Unos porque el Viernes Santo, después de tantos días de procesiones, ya no se fijan en nada; otros porque no vas llevado por costaleros y otros tantos por su desidia. ¿Dónde quedó aquella devoción secular a tu portentosa Imagen, que el mismo Alfonso X nos legó?


Y es que eres el Cristo que pasa y todo lo abarca. Que llena la mañana del Viernes Santo con la vida que se agota, y anuncia otra mejor. Eres el Crucifijo de San Pedro, Aquel al que tantos y tantos paisanos veneraron y pidieron, Aquel Cristo de los desvelos de sus hermanos, Aquel del Milagro de Eugenio Peñuelas, Aquel Cristo de Aquella Primitiva y Antigua Cofradía de los Nazarenos...Todo ha pasado. De aquel esplendor, poco queda y pasas y te pierdes entre las callejuelas, mas dejas a tu paso retales de la historia de este pueblo que te quiere y no te olvida. 

Pueblo manchego ingrato que no recuerdas aquellas túnicas de percalina morada y cirios añejos que dejaban su rastro por la Pedrera y en las amanecidas abrileñas del Compás dominico. Pueblo manchego despierta. Retoma aquella Cofradía. Qué vuelva a renacer en la mañana soleada de Viernes de la Cruz la insigne Cofradía que llenaba la Plazuela carmelitana de aromas de muralla y cal. 

Fotografías: www.ciudad-real.es y la voz del cofrade.

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