Hoy es el día de la Región manchega



Hace treinta y siete años se abrieron solemnemente las Cortes de Castilla-La Mancha y con ello nuestro autogobierno y el inicio de un experimento territorial, que cuarenta años después muestra ciertas deficiencias, sobre todo por el sentimiento de pertenencia a la Región.

La configuración territorial ya fue harto difícil por varios motivos:
1. El mantenimiento de las circunscripciones provinciales. Al ser provincias tan grandes viven en cada una de ellas sentimientos de pertencia más profundos, como Cuenca (Serranía y Manchuela) o Toledo (parte extremeña, castellana y manchega).

2. La salida de la provincia de Madrid de Castilla la Nueva.
3. La integración de Albacete y su salida de la Región de Murcia
4. Las reticencias de integrarse en esta nueva región manchega, de Guadalajara, un territorio que poco tiene que ver con la zona meridional de la Región.

Todo esto provocó que fuéramos de las últimas regiones en alcanzar la Comunidad Autónoma y el autogobierno. Y a pesar de ello, el sentimiento de pertenencia a esta Región es bastante bajo, siendo Guadalajara la que menos tiene según diferentes estudios.

Quizá cuarenta años después haya llegado el momento y aprovechando el movimiento leonesista, de reflexionar sobre el sentimiento de pertenencia a La Mancha y reflejarlo tanto en símbolos, como en movimientos y plataformas sociales.


Y es que el regionalismo manchego no es una novedad. Es posiblemente uno de los regionalismos con más historia y el menos conocido, quizá porque fue desarrollado por emigrantes de cierto nivel intelectual en Madrid y sobre todo por el evidente analfabetismo de nuestras provincias, siendo este el mal endémico que nos ha asolado en nuestra historia. No obstante pueblos y ciudades de nuestra provincia y Albacete, a principios del siglo XX, mantuvieron un movimiento regionalista bastante profundo y fructífero, dando lugar por ejemplo, a la bandera manchega. La enseña se exhibió por primera vez en un mitin regionalista celebrado en Daimiel en el verano de 1906. Unos años más tarde, por iniciativa de un grupo de profesoras y alumnas de la Escuela Normal de Albacete, se confeccionaría otra en esta ciudad, mucho más grande, rica y vistosa, presentando en su centro, un gran escudo de Alfonso XIII, bordado en oro, plata, sedas, perlas y piedras, que fue donada al mismo Centro Regional y que tampoco tuvo una vida muy larga; ésta fue entregada el 14 de junio de 1919, en el Teatro Cervantes de Albacete, a los directivos del Centro Regional Manchego, los cuales, parece ser, que se hicieron cargo de los gastos de la elaboración.


El primer intento de constituir una realidad jurídica propia y diferenciada está relacionada con el minoritario movimiento federalista. En plena efervescencia política causada por la Revolución Gloriosa, en septiembre de 1869, los delegados del Partido republicano federal, las provincias de Albacete, Ciudad Real y Cuenca decidieron crear una Región tal y como la Constitución de 1869 permitiría. No obstante este movimiento manchego se vio diluido tras la firma del Pacto federal castellano de 1869.

Pero el verdadero empuje de este sentimiento fue la constitución en Madrid del Centro regional manchego en 1906  y entre sus aspiraciones estaba la de «fomentar los lazos de solidaridad entre las cuatro provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo». Dicho centro estuvo apadrinado por importantes personalidades manchegas y del resto de España.
Para llevar a cabo los proyectos, el Centro emprendió una campaña por diversas poblaciones de las cuatro provincias intentando conseguir adhesiones a la idea. Fue en este momento cuando se creó la bandera de La Mancha y el músico solanero Tomás Barrero, muy conocido en la época por ser uno de los mejores compositores de Zarzuela, compuso una especie de Himno, "Canto a La Mancha" que nunca llegó a tener repercusión. Lo grabó Marcos Redondo, afamado barítono natura del Ciudad Real.



Hay que destacar también que en este período del reinado de Alfonso XIII, cobró mucha importancia el poner en relieve la cultura  de cada región española y su folclore. Es el momento de oro de la Zarzuela, destacando "La Rosa del Azafrán", cuadro típicamente manchego, escrita por el afamada Jacinto Guerrero, a la sazón manchego.
Con todo ello quiero expresar que la manera de ser y sentir en La Mancha estaba perfectamente delimitada en el aspecto cultural español y que músicos y escritores supieron presentarla al mundo como algo propio y personal. De ahí que la "Canción del Sembrador" de dicha Zarzuela se ha propuesto varias veces como Himno de Castilla-La Mancha.


El 18 de diciembre de 1913 se aprobó el Decreto de Mancomunidades provinciales, por lo que se permitía la unión de varias provincias para la administración de competencias de carácter provincial, se empezó a hablar de la creación de una Mancomunidad Manchega. Una reunión celebrada en Valdepeñas en 1914 rechazaba la idea de que las cuatro provincias en las que se reparte La Mancha se sumaran a la posible mancomunidad castellana y se apoyaba la formación de otra manchega. En 1919, en una asamblea de la Juventud Central Manchega que tuvo lugar en Madrid, se acordó pedir a las diputaciones provinciales de Ciudad Real y Cuenca que «desecharan cualquier inteligencia con Castilla y que, por el contrario, se pusiesen de acuerdo con su hermana la de Albacete para llevar a efecto una Mancomunidad Manchega, formando una región político administrativa con carácter propio».

Terminado este período y la llegada de la Dictadura franquista, todos los movimientos regionalistas fueron prohibidos. De ahí que la memoria colectiva, llegada la Democracia no recordó la existencia de una bandera manchega y de un fuerte sentimiento de pertenencia a La Mancha que cada día más y con más fuerte podemos comprobar en nuestros pueblos.

No obstante hoy es el día de nuestra Región y a pesar de los pesares, estando aún en confinamiento, estamos de fiesta. Felicidades a todos los manchegos.



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