Maestro de maestros.


Dejadme dedicar unas palabras a un buen hombre, a una buena persona: Marcelino Abenza Corral. Aunque denostado por alguno y queridos por otros, como las grandes figuras del toreo, ha vuelto a demostrar esta Semana Santa lo que es uno de los capataces más grandes de CIudad Real. Así es nuestro Marcelino. No se le puede achacar nada: es trabajador, honrado, buena gente, tertuliano de lujo en todos los saraos cofrades, animador de toda tertulia cofrade. Siempre que se le llama está ahí... pero yo quiero hoy dejar constancia de su saber hacer mandando Pasos. Quiero dejar constancia y mi agradecimiento por todo lo que ha hecho por la cuadrilla de las Penas.

Introductor del costal en nuestra ciudad, diseñador incombustible de parihuelas y pasos, ideólogo y pensador cofrade y progenitor de otro Marcelino artista, si cabe más que su señor padre. Iniciador de una estirpe costalera que no debería acabar nunca.
Mi más sincero homenaje y agradecimiento. Un abrazo Marce, y el año que viene a darle otro buen paseo.

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