Una tarde en los toros
El martes 18 se iniciaba la Feria taurina de CIudad Real en honor a la Virgen del Prado. El primer cartel era el más interesante, aunque en mi modesta opinión el mejor cartel era el de rejones. El cartel estaba compuesto por Enrique Ponce, Aníbal Ruiz y el Juli con astados de la ganadería de Román Sorando. Los toros fueron muy desiguales, pues el primero pesaba cerca de 550 kilos, parecía un buey, y el tercero, que fue el mejor de la tarde, estaba en 468 kilos. Los toros no estaban mal presentados, pero demostraron falta de raza y trapío, sobre todo el primero y el sexto. En líneas generales fue una corrida entretenida pero que no pasará a los anales de la tauromaquia anque se cortara un rabo. Y es aquí donde expreso mi más sincero rechazo a la afición de Ciudad Real que sabe lo justito de toros y que van a la Plaza a echar unos botellines y un buen bocata. No se pueden dar dos orejas a ningún torero porque sea de la tierra o sea guapo, o porque tenga mucho pundonor y ganas. Vamos a los toros a disfrutar del arte, no a pasar un rato. Vamos a dar premios a los que derrochan arte y calidad, no a los que hacen el tonto y se juegan la vida ante morlacos que parecen tranvías.
Enrique Ponce estuvo en plan maestro. En su primer toro, del cual no pudo sacar nada, salvamos un par de muletazos con la izquierda que hicieron levantar apláusos. Mató de una estocada buena por alto. Ovaciones y saludo al respetable. Su segundo toro apareció con la divisa en la testuz, cerca del ojo, por lo que el público pidió el regreso a los corrales, aparte de que flaqueara los cuartos delanteros y estuviera medio cojo de una pata trasera. Con tal morlaco se enfrentó el maestro de Chivas y cuajó dos tandas de naturales magistrales y realizó una faena de cara a la galería y al espectador de provincia como el nuestro. Con diversas posturas de artista, inventó un buen repertorio de pases con un toro dócil y ramplón. Mató con una estocada desprendida. Dos orejas y rabo, creer para ver...jajajajajajjajaja. En fin, lo dicho anteriormente.
Aníbal Ruíz era el segundo maestro, por decir algo, de la terna. Este hombre debe ser una buena persona, no lo dudo, por eso nos lo meten todos los años en la feria, porque como torero deja mucho que desear. LLevaba toreadas tres corridas antes de llegar a Ciudad Real. Una en las Ventas, otra en Puertollano y otra en Manzanares. Con ese bagaje y como no le quedaba más reaños, pues tenía a dos grandes espadas con los que competir, se marchó a toriles para recibir a su primer toro del lote a puerta gayola. Por su inexperiencia y falta de sitio, fue atropellado por el toro que lo dejó bastante tocado y con la mandíbula superior rota. La Virgen del Prado le echó ayer un capote. La faena del primer toro fue sosa sin más, pues este hombre no sabe hacer más. Mató con una estocada entera pero caída y fue premiado con las dos orejas. El presidente no estuvo fino y se cargó la corrida. Dos orejas sencillamente porque es de la tierra y lo enganchó el toro. Vamos esta plaza es lo más parecido a un MOnte de Piedad. Su segundo toro fue malísimo. Una faena penosa con pases largos hacia fuera sin hondura ni clase. Es lo que hay con este muchacho: mucha voluntad y poca clase. Mató con una media estocada y como el animal no humillaba le arreó diez descabellos. Vamos ayer vimos a un mal matarife. Por cierto le recomendamos que deje el oficio del toreo por el bien de la Fiesta en nuestra ciudad principalmente.
El Juli llegó a Ciudad Real con expectación pues su temporada está siendo realmente buena. Le tocó en suerte el tercero de la tarde que fue el mejor con diferencia. Realizó una sentida faena, con hondura. Se arrimó bien al toro cuando este empezaba a pararse. MAtó con buena estocada y dos orejas, claro después de dárselas al de Alcázar, la faena del Juli debería haber sido de dos orejas, rabo y pezuña... En su segundo toro no vimos nada. Casi ni fue picado y la falta de trapío hizo que la faena fuera casi inexistente. En definitiva que se lo quitó del medio rápido, cosa que agradecimos muchos, pues el festejo se alargó en exceso. Del Juli hay que destacar los dos tercios de quites que realizó con el capote. Mucho arte pudimos ver en esos momentos. Es el Juli uno de los mejores toreros que usa el capote actualmente.
Y así vivimos la primera de feria. Nos veremos si Dios quiere el próximo 25 de agosto en Almagro para disfrutar de la Corrida de San Bartolomé. Y digo disfrutar porque veremos a tres de los espadas más grandes de la actualidad: MOrante, el Cid y Perera. Ya os contaré.
Fotos de Carmelo Rodríguez Oliver
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