Reflexiones para la Navidad
Ahora que llega la Navidad y con ella el fin de año, me gusta siempre hacer una breves reflexiones del año que nos abandona. Las reflexiones de hoy serán cortas y la conclusión será un deseo para el año que viene.
Este año ha sido especial porque he crecido en muchos aspectos, el más importante el aspecto de padre. Qué diferente es la vida cuando uno tiene la responsabilidad paterna. Y es que prefiero dejar a un lado la responsabilidad y el trabajo que da una niña pequeña y prefieron reflejar otras sensaciones. Creo que con una palabra podremos definir este aspecto: SATISFACCIÓN.
También creo que he crecido en el aspecto cofrade porque no basta para aprender de lo bueno, sino también de lo malo. Y es que este año hemos conocido el mal que pueden hacer algunos, no contra tí, sino contra lo que estás luchando: un proyecto común de muchas personas. Me he dado cuenta que a mi alrededor hay muchos y BUENOS COFRADES y es lo que me hace continuar y creer en esto de las Cofradías. En mi trayectoria en la Semana Santa y más concretamente los años que llevo teniendo responsabilidades en la Hermandad de las Penas he conocido a BUENOS COFRADES Y A OTROS MALOS COFRADES. He conocido a muchos que daban lección magistral de lo que es una Cofradía. Predicaban cuando tenían un púlpito visible, pero cuando el púlpito fue desmontado, las prédicas desaparecieron y construyeron baches y muros para que nos golpeáramos.Pero esos baches se saltan y esos muros se desmontan, no por destreza física, sino por los hechos y las obras. Ahí están, se pueden ver. Conocía a este especie de cofrades de oídas, pero este año los he conocido, y como cualquier biólogo, se examinan y se ponen en cuarentena, para que no contagien. Estas circunstancias te hacen crecer en conocimiento y como por aquí se dice, "saber con quién te juegas los cuartos".
He aprendido con quién hay que estar. La cosa está muy clara. Por eso la conclusión y el deseo para el año que viene es seguir creciendo como padre, pues es un crecimiento personal, con eso me sobra. Pero para la Cofradía deseo y espero que se convierta en algo que una a los que quierae estar ahí y a los que no, pues también, que la Cofradía somos todos y no sobra nadie. Seguro que el Señor de las Penas que nace estos días espera que el Martes Santo no falte nadie de sus hermanos a su cita con él.
FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO AÑO 2011. Os lo desea de corazón, este que aquí escribe.
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