Dejadme que os cuente una historia...

Llevaba mucho tiempo pensando en escribir esta bonita historia que protagonizó mi familia, allá por los años de la Guerra Civil. Quizá os interese, o no la leáis, pero lo que aquí os cuento es una historia del amor de unos padres a sus hijos, que aferrados a la Fe en Cristo, supieron salir adelante en aquellos duros años.

Era el año 1936. En julio estalló la Guerra Civil en España y en un pequeño pueblo de nuestra provincia, Hinojosas de Calatrava, los tres hijos de matrimonio formado por Miguel y María de Gracia, son llamados para luchar en el bando republicano. Os podréis imaginar la situación. Los tres hijos, Antonio, Amancio y Lucío, que ayudaban a su padre a llevar una perra gorda a casa, deben marcharse del pueblo. Los ingresos que aportaban para el sustento familiar no llegarán y había que mantener a otras dos hermanas. Y ya no era sólo eso. Seguro que no volverían más a verlos porque se iban al frente de Madrid, uno de los más duros de la guerra. Y si a eso le sumamos que mi abuela Virginia, maestra en Acción Católica, se tuvo que ir a Hinojosas para que no la fusilaran en Ciudad Real, imaginaos el cuadro.
En fin, que los días fueron pasando muy despacio. Unos con su rutina, otras rezando...Y mi bisabuela María de Gracia tuvo una idea. Le dijo a su marido, que era herrero, por qué no hacía un cruz de forja para ofrecérsela al Señor (y a san Bernardo, patrón de Hinojosas) y pedirle que sus hijos volvieran vivos al pueblo. Y Miguel así lo hizo. La forjó durante varios días y grabó las iniciales de su esposa en ella.


Pasaron los tres años de guerra y Antonio, Amancio y Lucío regresaron vivos con sus padres y hermanas. Desde aquel día se instaló un humilladero a la entrada del pueblo, según se llega de Puertollano. A esa cruz le llaman el Calvario y es un ofrecimiento al Señor de mi familia. Nunca le faltan flores y muchos lugareños van por la mañana a rezar a la cruz de mis abuelos. Allí en el Calvario se celebra desde hace unos años la Pasión Viviente. Y es en el Calvario donde se desarrolla la muerte de Cristo y su enterramiento.


Es una historia de poca importancia, pero es bonita, ¿no creéis? Espero que os haya gustado y este verano o paséis por Hinojosas y alrededores para contemplar la belleza de los paisajes de Sierra Madrona y el Valle de Alcudia.


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