De los recorridos de nuestras Cofradías



Tras el pasado pleno de 10 de febrero de las Cofradías de Semana Santa , he podido observar sorprendido, por un lado y satisfecho, por otro, cómo nuestras Cofradías han entendido que eso de estar en la calle horas y horas es algo anacrónico e innecesario.
Hará como tres años que nuestro Sr. Obispo, no recuerdo si en carta pastoral o en el pleno de la Asociación, nos dijo que una procesión de más de tres horas pierde su objeto y es innecesaria. Por otro lado, el año pasado y siguiendo cuestiones meramente prácticas y de personal, nuestra alcaldesa pedía a las Hermandades recortar los recorridos pues era imposible mantener a la policía retirando vehículos y cortando calles. Y es que, aunque salgamos a la calle una vez al año, no podemos sentirnos el ombligo del mundo. Son siete días de cortes de calles, de accesos a las carreteras, eso sin cortar con ensayos, mudás y traslados. Está muy bien todo esto, pero hay que entender también a la ciudadanía y a las personas que esos días están trabajando por el bien de todos.


Dicho esto, quiero analizar desde un punto de vista muy positivo todo este tema de recorridos y horarios. De las veinte y cuatro Hermandades de Semana Santa, han sido diez y siete las que han cambiado su recorrido y de ellas quince, han recortado su permanencia en cuanto al tiempo.
¿Por qué hemos hecho esto? Creo que todo esto se deben a varias causas, que a continuación expongo:

1.- La función principal de las Cofradías en la calle es dar testimonio y ser catequesis pública fuera de la Parroquia. Cuando a las dos horas de una procesión las calles están vacías de fieles que no contemplan las Sagradas Imágenes, esa función anteriormente citada desaparece. De ahí que no tiene sentido que una Hermandad ande vagando por las calles "más sola que la luna". Para evitar esto se ha llegado a la conclusión, creo, por parte de muchas Hermandades de reducir el tiempo en la calle y por consiguiente el recorte en los recorridos.... y es que como siempre digo las Cofradías son entes vivos y al estar al orden del día, incluimos los recortes en nuestro quehacer.

2.- La penitencia puede hacerse perfectamente en tres horas. Uno de los argumentos esgrimidos por algunos cofrades es que salir en una procesión se debe a una cuestión de penitencia, por eso cuanto más se ande y más tiempo se esté en la calle, mucho mejor y más penitencia. Pues de un tiempo a esta parte se ha podido observar que esta manera de entender las cosas no ayudan mucho a mantener un esplendor y un decoro en las Hermandades. Aquel "espectáculo" que años atrás se podía contemplar en ciertos penitentes que no podían con cadenas y con cruces y otras insignias, ya no es del agrado no del espectador ni del que participa en una Cofradía. Cuanto más dure un recorrido, cuanto más larga sea la carrera (como se decía antiguamente) menos hermanos van a participar en la procesión. Y ahí están los números. Hermandades numerosísimas hace quince años, ahora ven mermada su relación de penitententes. Es lo que hay y creo que el mantenimiento de recorridos auténticamente innecesarios ha llevado a esta situación.
Ahora cada cual haga de su capa un sayo. Que yo aquí no me meto. Es un análisis tras lo observado durante varios años.

3.- Nueva mentalidad de los cofrades. Han llegado a las Hermandades Juntas de Gobierno jóvenes, muchos de ellos posiblemente no vivieron la Semana Santa anterior a la revolución del costal y la música. Hasta 1994, casi todas las Cofradías, salvo las Penas, la Flagelación y alguna otra que no recuerdo mantenían aquel antiguo recorrido que heredamos del siglo XVI. Era un recorrido con una razón de ser muy concreta: hacer estación a todas las parroquias y conventos de la ciudad por lo que se transitaba más de tres kilómetros. En el siglo XVII se redujo, pues se dejó de ir al hospitalillo de San Antón y a la Pedrera, comenzando a procesionar por la calle Toledo y Estación Vía Crucis. 
De este modo, recuerdo que siendo niño, tanto con la Hermandad de la Virgen de la Misericordia y otro año con la Virgen de la Esperanza, aquel recorrido era insufrible. Ahora, eso sí, las calles estaban atestadas de gente viendo las Cofradías. Un Martes Santo por la calle de la Estrella era complicado encontrar un lugar para ver pasar a Medinaceli y Virgen de la Espernza. Imaginaos, como digo, un Martes Santo, desde el Barrio del Pilar. Cuando se llegaba a la calle del Compás de Santo Domingo se tenía que hacer el recorrido que hoy mantiene el Silencio. Repito, tremendo e inhumano.
Esa nueva mentalidad acorde con los tiempos, menos apegada al pasado y más pragmática ha ido provocando, moderada y paulatinamente, todos estos cambio de recorridos. Con el gran cambio que supuso, por parte de la Cofradía de la Flagelación el tránsito por el Pasaje, se perdió el miedo a tocar algo que para los antiguos directivos era sagrado: la carrera.
Creo que actualmente se busca practicidad, lo que ha generado recorridos por calles céntricas, no alejadas de la parroquia o capilla desde donde se sale, con el objeto de favorecer dos cosas: la primera, una mayor participación de los hermanos, pues si la procesión es más corta, más dinámica, las personas se motivan y se animan a salir con su túnica. Y es que esto es otro cambio de mentalidad. Los hermanos ya no salen a cumplir una férrea disciplina y penitencia. No dudo que aún participen personas con este pensamiento, pero sí es cierto que cada vez menos. Son otras las motivaciones de los cofrades, pero creo que esto será tema de otra entrada.
Y la segunda, que la Cofradía sea vista por mayor número de fieles, lo que hace dar razón de ser a las Hermandades. Y es que si no hubiera personas viendo las procesiones, estas dejarían de tener importancia, pues quien tiene devoción a un Titular lo visita en su templo, lo tiene en la cabecera de su cama o en otro lugar de su casa y en el corazón, para rezarle en el momento que se nos ocurra.


De este modo llegamos a varias conclusiones. 
- Si queremos que haya mayor participación de hermanos en las filas nazarenas y fieles viendo nuestras Hermandades hay que recortar calles, lo que supones evidentemente un recorte de minutos de procesión. Por eso casi todas las procesiones del centro: Las Palmas, las Penas, Jesús Nazareno, Pasionaria de San Pedro y Soledad, han dejado sus procesiones en tres horas y tres horas y media.
- Aparición de nuevos espacios urbanos para las Cofradías y desaparición de otros tradicionales. Este es el caso de la importancia que van ganando calles peatonales como Hernán Pérez del Pulgar, Ramón y Cajal,  Cruz y  la plaza del Pilar en detrimento de Terreras y Santiago.

Hay varios cambios de recorridos, para mí, muy interesantes. En primer lugar el cambio de salida y entrada de la Hermandad de las Palmas. Me parece muy positivo salir y sobre todo entrar en el Colegio Salesiano. Esto va a unir los lazos, aún más entre Cofradía y colegio. Seguro. Muy bien que el Señor entre en un lugar digno y no que se quede en la calle. El recorrido es muy coherente y muy bonito pues atravesará calles típicas de su recorrido como Alfonso X el Sabio, Prado y la Plaza de Cervantes y otros tan atractivos como el Pasaje de la Merced y San Pedro. Tres horas y media.

De las Penas qué os voy a decir. Se ha decidido no llegar a Santiago por los motivos anteriormente expuestos. La Cofradía transita sóla por todas esta zona y la idea es hacer la procesión en tres horas por el centro de la ciudad sin necesidad de alejarse demasiado del lugar de salida.


Del Jueves Santo una sugerencia y una pega. La sugerencia es que las cuatro Cofradías se animen a poner la carpa en la Plaza de Santiago, para salir desde allí juntas. Daría más uniformidad y el público se concentraría en la Plazuela, como toda la vida, para ver salir a las cuatro Cofradías. La pega. Entrar al Pasaje rodeando Caballeros. Son más metros de recorrido lo que supone cansar a los cofrades que procesionan. No obstante aplaudo y me gusta mucho que se pase por el Pasaje.

Correcto también la merma de minutos de Jesús Nazareno y un recorrido más coherente en el que no se dan tantos rodeos, cuando el objetivo es llegar a Santiago. Se pierde la calle Cruz, no obstante, pero correctísimo recorrido.


Del Viernes Santo por la mañana comparto la idea de estar en la calle unas tres horas. Es decir, un tiempo de paso bueno, aprovechando que los fieles y público en general, hasta las 12:00 no se animan a buscar la procesión. La única pega que pongo es no atravesar el Pasaje de la Merced, máxime cuando se pasa junto a él. Seguro que en poco tiempo, al igual que el Jueves Santo, los Titulares de San Pedro lo terminarán cruzando.

De la oficial del Santo Entierro, realmente hay pocos cambios, si bien lo más destacable son ciertos retoques de calles y un recorte de media hora a cada Cofradía. De este modo, las Hermandades estarán entre tres y cuatro horas procesionando.


Y el recorrido y horario que más me ha gustado, que veo más coherente y que seguro que va a revitalizar mucho a su Cofradía, ha sido el de la Soledad. La idea de procesionar por Ruiz Morote, antigua calle Dorada, me parece genial. Se retoma una calle de tradición muy antigua para las Hermandades de la Parroquia de San Pedro. Salir a las 17:30 es una idea magnífica en todos los sentidos que va además unida a la liturgia de la Iglesia, pues tras la Vigilia, la Virgen enlutada por las calles ya no tiene razón de ser. Un recorrido muy interesante por el centro y a una hora muy, muy buena. Enhorabuena.

Remato este toston con una sugerencia. Aprovechando que la Plaza Mayor va a quedar muy bonita y rematada con los nuevos palcos y tribunas, yo retomaría del asunto del recorrido oficial y en particular, que las Hermandades de Domingo de Ramos tarde y Martes Santo busquen una solución para transitar juntas por este espacio. Sería muy bueno, especialmente para los fieles y demás espectadores que deseen ver a esas Cofradías transitar juntas por un lugar determinado. Y qué mejor lugar que el centro de la ciudad.

Fuentes:
www.ciudad-real.es
www.costalerosdelarte.blogspot.com
www.elincensario.blogspot.com

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