Hoy es Nuestra Señora de la Merced

La Virgen de la Merced con San Pedro Nolasco y San Ramón Nonato



La Virgen de la Merced o Nuestra Señora de las Mercedes es una de las advocaciones marianas de la Bienaventurada Virgen María. Se la llama también Generala de los Ejércitos Celestiales, la Mujer Vestida de Sol y la Reina de la Paz.

Se dice que el 1 de agosto de 1218, fiesta de el santo fundador Pedro Nolasco tuvo una visita de la Santísima Virgen, dándose a conocer como La Merced, que lo exhortaba a fundar una Orden religiosa con el fin principal de redimir a aquellos cristianos cautivos. En ese momento, la península Ibérica estaba dominada por los musulmanes, y los piratas sarracenos asolaban las costas del Mediterráneo, haciendo miles de cautivos a quienes llevaban al norte de África.
Pedro Nolasco impulsó la creación de la Celeste, Real y Militar Orden de la Merced, que fue fundada en la Catedral de Barcelona con el apoyo del rey Jaime I el Conquistador y el consejo de san Raimundo de Peñafort.


Se calcula que fueron alrededor de trescientos mil los redimidos por los frailes mercedarios del cautiverio de los musulmanes. Unos tres mil son los religiosos que se consideran mártires por morir en cumplimiento de su voto.
Fundada en 1218, se tienen testimonios de este nombre desde mediados del siglo XIII. En las primeras Constituciones de la Orden, en 1272, la Orden recibe ya el título de "Orden de la Virgen de la Merced de la Redención de los cristianos cautivos de Santa Eulalia de Barcelona".
En el año 1265 aparecieron las primeras monjas de la Merced, iniciadas por santa María de Cervellón. Los seguidores de la Orden de la Merced estuvieron entre los primeros misioneros de América.


En Ciudad Real existió hasta la Desamortización de Mendizábal un Convento de la Merced. Actualmente el convento es museo y anteriormente fue Instituto de Segunda Enseñanza. La iglesia del convento es la actual Parroquia de Santa María del Prado. El antiguo Convento, data del siglo XVII, fundado en tiempos de Felipe III por el Capitán en las Colonias de América D. Andrés Lozano quien, a su muerte, dejó mil ducados para su fundación.


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